RESEÑA HISTÓRICA DE LA COMUNIDAD
Historia de la comunidad de Santa Ana de la Parroquia Canoabo del Municipio Bejuma del Estado Carabobo.
Origen del nombre: El nombre de esta comunidad se debe al primer propietario de estos terrenos y la hacienda, el señor José Antonio Santana, y de allí se toma el nombre de Santa Ana.
La secuencia histórica nos dice que luego de este primer propietario, la hacienda paso a ser propiedad del señor Tomas Coronel; y más adelante en 1955 pasa a ser propiedad del señor Albornoz (Medico). En el año de 1958 muere Cesar Moreira y la hacienda queda en manos del doctor Albornoz, quien pierde la propiedad debido a que existía una hipoteca que él desconocía y que no se llego a pagar. La hacienda Santa Ana pasa así en a manos de Pablo Peña, quien en los años 60 la vende al Instituto Agrario Nacional (IAN), durante el primer gobierno de Acción Democrática (AD, Rómulo Betancourt/ 1954-1959). La hacienda es parcelada y dentro del proceso de reforma agraria, es repartida a los campesinos que trabajaban en otra Finca llamada “La Justa”, dándose esta reubicación porque la Finca La Justa pasó a manos de Pequiven.
Es de resaltar que las aguas llegaban a la Hacienda Santa Ana, por medio de acequias que fueron construidas por los indios, en épocas muy remotas. Igualmente en la hacienda Santa Ana, existe una Casa Grande, que se encuentra muy deteriorada. Esta casa histórica tenía en sus inicios techo de palmas y posteriormente sustituidas por laminas de zinc; la cual debería rescatarse como Patrimonio Histórico de esta Parroquia.
En los años 60, una vez la hacienda es adquirida por el gobierno nacional y luego parcelada y repartida a los campesinos, a través del proceso de le Reforma Agraria, podríamos decir que se inicia una nueva etapa y comienza a ser poblada lo que más adelante seria el asentamiento Campesino de Santa Ana, las primera familias que se establecieron acá fueron:
· Lorenzo Vargas y la señora Regina Sánchez, con varios hijos quienes hoy habitan en la zona.
· Cupertino José González, quien emigra a Valencia, donde muere años mas tarde.
· Rafael Ochoa y la señora Petra Guevara, con tres hijos, quienes habitan en la zona y a su vez han formado tres núcleos familiares más.
· Rafael Guevara, quien luego cambia de zona y se muda a la comunidad de la Sabana.
· Ruperto Ochoa y la señora Rosa Herminia Bizamòn, con sus hijos, quienes a su vez han conformado núcleos familiares en el sector.
· Gertrudis González, quien llega a la zona con cuatro hijos, de los cuales una muere y dos conforman núcleos familiares en la comunidad y el otro se mantiene en el hogar hasta la actualidad.
· Santana Romero y Margarita Sánchez, quienes emigraron a la comunidad de la seca de la misma Parroquia.
En la actualidad la comunidad de Santa Ana, se ha ido transformando aceleradamente en un poblado consolidado, gracias al nivel de organización que se ha logrado.
La comunidad se establece en los años 60, durante el gobierno de Rómulo Betancourt. Luego al comienzo de los 70 se logra colocar el alumbrado eléctrico, reportándose para este entonces la presencia de 12 familias. Posteriormente a finales de los años 80 se logra instalar el agua través de tuberías plásticas (mangueras). Para finales de los 70 y comienzos de los 80, se establece la Estación Experimental Simón Rodríguez, la cual toma el mismo nombre de esta comunidad (Estación Experimental Santa Ana).
La comunidad de santa Ana comprende unas 280 Hectáreas, siendo sus límites:
Por el Norte, La Pica de San Vicente.
Por el Sur, La carretera Urama – Canoabo.
Por el Este, La Quebrada de Agua.
Por el Oeste, La propiedad de los Pinto y el río de Canoabito.
En la actualidad la comunidad cuenta con más de 60 familias y un número que sobre pasa las 150 personas mayores de 18 años y más de 65 menores de edad. Se cuenta con un déficit de 20 (viviendas rurales). La Escuela Básica actualmente funciona desde preescolar al 6° grado y tiene una situación difícil, debido al derrumbé del muro de contención y una de las paredes centrales, ocasionado por la lluvia del mes de noviembre del años 2004.
Todas las personas que conocen y hacen vida en el sector coinciden en que el problema principal es el aislamiento que se produce por las crecidas de los ríos y quebradas, situadas en las zonas de acceso a esta comunidad, por lo que se pide la construcción de un puente que nos permita comunicarnos en cualquier época del año, y apenas hace meses fue que se nos entrego el proyecto del puente de nuestro sector, el cual fue elaborado por el INDER, gracias a la colaboración del Ing. Eri Martinez, coordinador de esta institución para el estado Carabobo.
Un 75% son productores del campo, con una experiencia mínima de no menos de 15 años en las labores agropecuarias, llegando en algunos casos a contabilizarse 40-50 años dedicados a esta actividad productiva (toda una vida). Se da el caso de la realización de otros oficios o actividades más allá de lo agrícola (caso artesanías, albañilería, trabajos domésticos, educación y otros); pero lo agrícola o agropecuario tiene el peso fundamental en la actividad productiva de esta comunidad. Los principales rubros que se cultivan son cítricos, musáceas (plátano y cambur), maíz, yuca, caraota, ñame, ocumo, lechosa, parchita, aguacate; además de la crianza de animales-principalmente bovinos, además en esta comunidad contamos con el rescate de una granja que se encuentra dentro de nuestra población y la cual era de una cooperativa la cual desvalijo y vendió los materiales y equipos con la que esta contaba, razón por la cual se comienzan a realizar los diferentes tramites antes el INTi y Fondas, para que esta pase a ser e la comunidad, ya que contamos con 36 personas en nuestra comunidad que no cuentan con un puesto de trabajo fijo, sino temporal o ocasional, así miso contribuiríamos a la independencia agroalimentaria de nuestro país y del municipio.
En relación a los alimentos que normalmente los pobladores de la comunidad compran fuera de la parcela o vivienda (bodega, abasto, etc.), es importante señalar que aun cuando se observa un buen nivel de autoconsumo con los alimentos producidos en la parcela o conuco, aun hay una manifiesta dependencia de lo que se adquiere externamente, sobre todo lo que tiene que ver con la provisión de proteínas, es decir de la carne o el “salao” como le llaman. Es posible lograr un mayor autoabastecimiento de los productos cárnicos o proteicos, fomentando más de la cría a pequeña escala de otras especies menores o animales domésticos. Cabe destacar que en esta comunidad tenemos tres años solicitando a apertura de una bodega Comunal de Mercal y ya contamos con los estantes y el sitio, pero hasta la fecha no hemos logrado concretar la misma.
Los vecinos identifican en general las necesidades de salud, ubicándolas en el logro de una mayor asistencia médica; la obtención de medicamentos e incluso en la posibilidad de contar con un dispensario o consultorio en la propia comunidad. Hay mucha incidencia de enfermedades que tienen que ver con la contaminación de las aguas (diarreas, parásitos y otras), y se evidencia la falta de labor preventiva en salud, como es el caso de las campañas periódicas de vacunación. También se manifiesta la falta de atención especializada a los adultos mayores con problemas de tensión o con enfermedades degenerativas y falta de fumigación para disminuir la presencia de zancudos.
En cuanto a las necesidades de educación y de formación en general, los pobladores tienen una gran expectativa en que la relación o el intercambio con la Universidad Simón Rodríguez, favorezca los procesos de gestión ante los organismos competentes del conjunto de reivindicaciones, pero más aun de las que tienen que ver con la problemática educativa. La existencia tanto del núcleo Canoabo, con sus carreras de Licenciaturas en Educación y Administración / mención agropecuaria e Ingeniería en Alimentos, como también de la Estación Experimental, son evidentemente una fortaleza a tomar en cuenta. Esto se proyecta aun mas si tomamos en cuenta el compromiso que tiene la UNERS con el proceso de cambio que se adelanta en el país y la empatía existente en la actualidad con los gobiernos regional y municipal. Para ello se requiere de la participación oficial para su consolidación.
Toda la comunidad coincide en mejorar la escuela básica existente. También se anexa la solicitud de ampliar la escuela, de manera que permita aumentar la matricula actual.
Dada la larga experiencia en prácticas agropecuarias la mayoría de los pobladores de Santa Ana, unido a la aplicación de un acertado concepto de “diálogo de saberes” las actividades de capacitación con estos productores, deben ser un proceso de intercambio, donde la relación sea más horizontal entre técnico y productor y donde se construyan los conocimientos del productor en esta intercambio.
La capacitación para los jóvenes o adolescentes, la mayoría coincide en cursos de computación, como tema moderno que abra caminos al uso de esta extraordinaria tecnología, es de importante recordar que a través de la FUNDACION INFOCENTRO, en nuestro sector contamos con la aprobación de una Sala itinerante d computación, con 10 computadoras usadas, las cuales estarán a servicio de la comunidad y nuestros pobladores.
Otros señalan que debe incorporarse la capacitación en oficios específicos: mecánica automotriz o de maquinarias, electricidad, construcción que le den al joven herramientas para concretar un proyecto de vida. Además otros anexan el entrenamiento de primeros auxilios y labores paramédicas, culturales o deportivas y el reforzamiento a la educación formal, con cursos de matemática, física y química y otros, no es de creerlo pero en esta comunidad no se cuenta con espacios para realizar actividades deportivas, como cancha o estadio, lo que genera en nuestros jóvenes muchas horas de ocio.
En cuanto a la capacitación de las mujeres, tomándose en cuenta las opiniones dadas y el hecho de que es necesario en todos los proyectos comunitarios incluir el llamado “enfoque de géneros”, se reivindica la necesidad de promover cursos o talleres en artesanía de vetiver, cerámicas, floristería, corte y costura, lencería, cocina, peluquería, repostería, entre otros. En el caso de Santa Ana hay que destacar el significado de la capacitación que tuvieron unas 12 mujeres en tejer artesanía con vetiver a través de fundación polar y hogares Santa Ana en la población de Aguirre. Esta actividad tuvo todo el apoyo de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
Unos de los aspectos cruciales en lo relativo a las consideraciones de cada poblador o vecino, eran los tres principales problemas de la comunidad en forma jerárquica (1, 2,3). La totalidad coincidió que el principal problema es el aislamiento de la comunidad por las lluvias y que la solución unánime es un puente, que permita el paso de vehículos y peatones por la entrada de la vía a la carretera Canoabo-Urama.
Por mayoría absoluta se ubican en el segundo lugar de los problemas el mal estado de la vialidad del sector, ya que contamos con más de 4 años que se nos aprobó el proyecto de asfaltado por el INDER, pero hasta la fecha no se ha realizado.
En tercera prioridad está repartida entre el mejoramiento del servicio de luz eléctrica la construcción de otras viviendas, la reparación de las escuela, construcción de una cancha deportiva, la pasarela, Bodega Mercal, Sala Itinerante de Computación, Recuperación de La Granja Santa Ana y la construcción de una capilla.